Existen muchos tipos de integraciones, dependiendo del tipo de aplicativo (ya sea Web, Escritorio o Móvil) o donde se encuentre alojado (On-Premises o Nube), pueden realizarse a través de:
API (Application Program Interface): en español Interfaz de Programación de Aplicaciones, son un conjunto de servicios, rutinas y protocolos que permiten la comunicación entre aplicaciones y sistemas, pueden estar compuestas por una o más funciones dependiendo de la complejidad para la cual vaya a ser utilizada. La más comunes en la actualidad son las REST API, estas se comunican a través de llamados HTTP.
Web Services (Servicios Web): es una tecnología compuesta por estándares, protocolos y funciones que sirven para intercambiar datos entre distintos sistemas, estos operan mayormente a través del protocolo SOAP (Simple Object Access Protocol) y retornan la información en archivos XML (Extensible Markup Language) que son leídos por los aplicativos.
Conexión a la Base de Datos: en ocasiones por limitaciones técnicas o de presupuesto, es posible consumir la información de uno o más sistemas conectándose directamente a la base de datos. Este tipo de integración trae consigo mayores riesgos y problemas de seguridad a diferencia de las APIs o Web Services.
Otros Servicios o Softwares: algunos sistemas proveen de mecanismos y herramientas nativas (ya incluidos con el aplicativo) que permiten que sus datos sean consumidos utilizando softwares específicos. Normalmente están condicionados al fabricante y a las características del aplicativo.
Para administrarlo.
Como servidores o bases de datos.
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Instálalo desde la tienda de aplicaciones de Microsoft.